Grupo Insur obtuvo un beneficio neto de 2,5 millones de euros en el primer semestre, un 5,2% menos que un año antes por el impacto de los meses de confinamiento por la pandemia y la paralización de actividad en la entrega de viviendas y en su actividad de construcción, según informó la empresa. La compañía confía en “mejorar considerablemente” este resultado en la segunda mitad del año, dado el “importante número” de viviendas que prevé entregar a los compradores en este periodo.
En concreto, Insur prevé entregas de llaves en el segundo semestre que generarán una facturación de 89,8 millones y un margen de ganancia del 24%.
En cuanto a los seis primeros meses del año, los ingresos disminuyeron un 7,7%, hasta situarse en 43,3 millones, mientras que el beneficio bruto de explotación (Ebitda) se contrajo un 1,2%, hasta 7,8 millones.
Por áreas de negocio, la de construcción es la que más se resintió por la crisis del Covid, dado que redujo su facturación un 60,5% “por la ralentización registrada en el inicio de las obras de ejecución de nuevas promociones a través de sociedades con terceros”.
Por contra, la rama de promoción de viviendas facturó 27,9 millones, un 51,4% más, a pesar del referido impacto del confinamiento en el ritmo de entrega de llaves, mientras la de patrimonio redujo un 4,6% sus ingresos.
No obstante, en este caso, la caída responde a las obras que se acometen en un edificio con el fin de convertirlo en un hotel.
En cuanto al ámbito comercial, Insur asegura que la pandemia y el estado de alarma no han afectado a su ritmo de preventas de viviendas, dado que entre enero y junio se formalizaron compromisos de compra por 27,9 millones de euros, importe similar al del pasado año (28,8 millones), pese al cierre de las oficinas comerciales durante dos meses.
En el capítulo financiero, al cierre de junio la inmobiliaria presentaba una deuda financiera neta de 213,7 millones de euros, un 8,8% más en comparación con la conclusión de 2019.
No obstante, en este caso la empresa también augura una reducción del pasivo en la segunda mitad del año gracias a las referidas entregas de viviendas programadas para los próximos meses.
En concreto, en la actualidad, Insur dispone de 210 viviendas terminadas de las que 143 están vendidas y pendientes de entrega a los clientes.
Asimismo, tiene en construcción ocho promociones que suman otras 560 viviendas y en desarrollo 19 más con un total de casi un millar de pisos (994 viviendas).
No obstante, el inicio de la construcción de estas 19 nuevas promociones está “en fase de evaluación y análisis a la espera de contar con una mayor visibilidad de los efectos del Covid sobre el segmento de promoción residencial”.
En cuanto a los dos edificios de oficinas del parque empresarial ‘Río 55’ en la zona Madrid Río, se encuentran terminados y con licencia de primera ocupación y funcionamiento. Uno de ellos, el Edificio Norte, ya se ha puesto a disposición de su arrendatario y el Edificio Sur está pendiente de formalización de la escritura pública de compraventa.
Insur asegura haber desplegado una serie de medidas para “minimizar” el impacto de la crisis en la empresa. Además de las dirigidas a proteger a sus empleados y colaboradores, ha adoptado iniciativas financieras como son la transformación de la financiación de circulante a través de pagarés en financiación bancaria.
En el ámbito corporativo, se analizan oportunidades ante el nuevo escenario post Covid. Además, cada área de negocio lleva a cabo también acciones en este sentido, como son la reevaluación de los planes de inversión en la compra de suelo en el negocio de promoción o la reprogramación de ‘capex’ en la rama patrimonial.